OMG! Los cuencos tibetanos y su poder sanador.🙏🏽👂🏽🪔

 

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En medio de estos tiempos turbulentos es importante encontrar fuentes de armonización.

Los cuencos tibetanos son una herramienta extraordinaria para ayudarnos a volver al centro.

con el objetivo de ayudarnos a pasar mejor la cuarentena, nuestra amiga Rebeca Reyes @sanaterapiasdelalma

compartirá con todos nosotros una sonoterapia de cuencos Tibetanos.

 

 

 

 

Según parece los Cuencos llegaron a Tíbet gracias al comercio.

Pudiera ser que algún artesano herrero de alguna caravana, se afincara en la zona Occidental del país o enseñara

a algún artesano del lugar sus técnicas y secretos.

Pero lo que parece seguro es que llegaron a manos de la religión Bön, pues parecen ser ellos los primeros que los utilizan.

 

A Los Bonpos se les considera grandes magos y chamanes, y dominaban tanto la brujería blanca como la negra. Según uno de los consejeros del actual Dalai Lama, al ser preguntado sobre los orígenes de los Cuencos Tibetanos respondió: “Hemos encontrado Cuencos muy antiguos que provienen de la primera historia del Tíbet. Según algunos viejos Lamas que los han estudiado, los usaba una secta muy primitiva y próxima al Bön que rendía Culto al Fuego”. Sin embargo es difícil seguir la pista de los Cuencos en el País de las Nieves. 

 

 

Es muy difícil indagar en la historia de un país que desde hace más de medio siglo vive la ocupación China, cuya única preocupación es acabar totalmente y cuanto antes con todo lo que pueda pertenecer a la Cultura Tibetana. El genocidio cultural del Tíbet, como dice el Dalai Lama, también alcanzó a sus Cuencos tibetanos.

Hoy en día es ya un instrumento muy conocido que se emplea para numerosos fines: Elemento terapéutico, soporte de meditación, masajes, música, relajación, etc., y cuyos efectos y peculiaridades se siguen investigando en múltiples disciplinas. 

Hay conciertos de cuencos tibetanos que realmente es escucharlo son una delicia para el alma.

Aqui les compartimos un breve vídeo de nuestra amiga Rebeca Reyes en una de sus sonoterapias de cuencos tibetanos