Hechos de manera artesanal con una aleación de siete metales: plomo, oro, plata, cobre, hierro, mercurio y estaño poco a poco se convirtieron en un poderoso vehículo de sanación para aportar armonía y energía positiva.
Todo en esta creación está hecho a partir de vibraciones, y toda frecuencia puede verse influenciada de manera negativa o positiva. En ese sentido, los cuencos se alinean con este principio al contar, entre otros, con los siguientes beneficios:
• Armonizar el sistema nervioso
• Estimulan el sentimiento de bienestar
• El sonido tiene un efecto curativo a nivel molecular
• Desbloquean emociones depresivas
• Limpian el lugar de malas vibras y energías negativas
• Relajan
• Elevan las defensas del organismo
• Tratan dolores corporales y mentales
Ello es posible gracias a sus ondas sonoras de poderosa vibración y altas frecuencias.